La Universidad de las Artes

Hace poco más de un mes que empecé mi primer curso presencial de pintura. Después de dos años de "pandemia" y de varios cursos en línea y algunos libros, por fin estoy en un salón de clases con compañeros de verdad.

Es una experiencia realmente refrescante sentarse a trabajar con un profesor que te guíe, que te muestre con sus propias manos y frente a tus ojos como hacer un trazo o combinar los colores. Es muy agradable platicar con tus compañeros y ver como van avanzando en sus trabajos, escuchar las historias de porqué están haciendo esa pintura, y sin darnos cuenta formar una pequeña comunidad; un oasis de 3 horas a la semana donde no nos tenemos que preocupar por el resto de nuestras obligaciones mundanas.

El curso que estoy tomando es un curso de extensión que se imparte en la Universidad de las Artes. Este centro educativo pertenece al Instituto Cultural de Aguascalientes, y yo la verdad no lo conocía. El campus está muy bonito, y en esta época del año los árboles de jacaranda están llenos de flores.

 

El lugar además tiene mucho valor histórico para la ciudad de Aguascalientes, pues es parte de lo que era antes los talleres de locomotoras de los Ferrocarriles Nacionales. Caminando por los jardines se pueden ver las antiguas vías del tren y varios carros que se dejaron de forma decorativa como un cabús amarillo por ahí y unas bancas con ruedas de tren por allá.

Aguascalientes tuvo una época dorada a finales del siglo XIX cuando llegó la modernidad con los trenes. Las personas no solo tenían la posibilidad de hacer largos viajes por el país, sino que todo se transportaba en tren: el correo, la maquinaria, fruta, ganado, etc. Suena increíble pero las cartas llegaban más rápido entonces que ahora. También podías mandar una bolsa con dinero a tu tía Chuchita en otra ciudad, y nada se perdía (y por dinero me refiero a monedas de oro o de plata).

Hoy se imparten en esta Universidad las carreras de Artes Visuales, Teatro, Danza Clásica, Danza Contemporánea y Docencia de las Artes. Los salones están decorados con algunos murales que reflejan el estilo y la identidad cultural de la ciudad. 

En estas pocas clases que llevo siento que he mejorado mucho mi técnica. Siento que le estoy perdiendo el miedo a hacer trabajos más complejos. Por ejemplo, yo nunca había pintado un retrato por miedo a que me salieran las facciones muy feas y terminara insultando al retratado. Pero gracias a que empecé el curso me animé a empezar mi colección de retratos de peleadoras de artes marciales mixtas. La colección Guerreras ya están disponibles en el menú principal de la tienda en línea para ordenar reproducciones o adquirir los originales. Además, sé que no están tan horribles porque al compartirla en las redes, dos de estas chicas me regalaron un ❤️ y ninguna se enojó (que bueno!).

Ahorita estoy trabajando en algo más dulce y tierno: el retrato de una cachorrita pastor alemán que llegó a mi vida con la primavera. Solo llevo la cabeza, pero en cuanto la termine la subiré a mi cuenta de Instagram para que vean el resultado final, y si se animan, me pueden encargar un retrato de su mascotita, solo denme chance de practicar más :D